Un Estudio Demuestra que Este Hermano Tiene la Personalidad Más Asombrosa

Un estudio revela que el hermano del medio tiene la mejor personalidad

Un nuevo estudio ha sorprendido a muchos —o tal vez no tanto, dependiendo de a quién le preguntes— al sugerir que el hermano del medio destaca cuando se trata de ciertos rasgos de personalidad.

No es un secreto que el orden de nacimiento influye en la personalidad y se ha creído durante mucho tiempo que los hijos del medio suelen perderse entre el mayor y el pequeño de la familia. Una reciente investigación publicada en la revista Psychological and Cognitive Sciences encontró que el hermano del medio es mucho más «honesto, humilde y amable» en comparación con sus hermanos.

El estudio confirma que los hermanos del medio tienen las mejores personalidades

La investigación utilizó el Inventario de Personalidad HEXACO para evaluar seis rasgos de personalidad en función del orden de nacimiento entre hermanos: honestidad-humildad, emocionalidad, extraversión, amabilidad, meticulosidad y apertura a la experiencia.

Los hermanos del medio son más honestos, humildes y amables

hermanos abrazándose

Según el Inventario de Personalidad HEXACO, la amabilidad se refleja en personas que «perdonan las ofensas recibidas, son indulgentes al juzgar a otros, están dispuestas a ceder y colaborar con los demás, y pueden controlar fácilmente su temperamento.» Por otro lado, quienes obtienen una puntuación alta en la escala de Honestidad-Humildad «evitan manipular a otros para beneficio personal, sienten poca tentación de romper reglas, no están interesados en riquezas y lujos, y no sienten derecho especial a un estatus social elevado.»

En esencia, los hermanos del medio tienden a ser amables, comprensivos, equilibrados, humildes y empáticos. ¡Sin duda, son los mejores de todos los hermanos!

¿Cómo afecta el orden de nacimiento a la personalidad?

Los autores del estudio, Michael Ashton y Kibeom Lee, proponen que los hermanos del medio obtienen mejores puntuaciones en estos rasgos debido a su posición familiar. No son el primogénito, que suele recibir más atención, ni tienen la misma indulgencia que el benjamín, que disfruta de más privilegios. Al ser el hermano del medio, deben comprometerse y colaborar más, lo que los obliga, por naturaleza, a ser más amables, diplomáticos y flexibles.

Por otro lado, el estudio también señala que los hijos únicos tienden a tener puntuaciones más bajas en estos rasgos. Esto puede deberse a que no han tenido las mismas oportunidades de practicar la colaboración, como sí lo hacen los niños en familias numerosas. Esto les lleva a desarrollar rasgos que coinciden más con el individualismo que con la cooperación.

Es fundamental recordar que cada familia y cada niño son diferentes, lo que significa que el orden de nacimiento no es una regla fija para la personalidad de nadie

Si bien los hallazgos son interesantes y quizás sorprendan a algunos, es necesario destacar que el debate sobre la relación entre el orden de nacimiento y la personalidad no se resolverá pronto. Otros estudios han cuestionado la idea de que el orden de nacimiento forma directamente quiénes somos.

tres hermanos posando para una foto

Investigaciones realizadas en 2019 sobre el orden de nacimiento y los rasgos de personalidad hallaron diferencias tan mínimas entre los hermanos que concluyeron que el orden no juega un papel relevante. Estos resultados conflictivos muestran que el orden de nacimiento puede no ser el factor decisivo en la determinación de la personalidad. Otros factores como la cultura, la experiencia de vida y el estilo de crianza pueden tener un impacto mayor. Incluso el margen de edad entre hermanos puede influir en los resultados, complicando la búsqueda de un patrón de estudio.

Aunque la idea de que los hermanos del medio tienen las mejores personalidades podría tener algo de verdad según este estudio, no es necesariamente definitiva. Independientemente de si tienes hermanos o naces como hijo único, la singularidad de tu personalidad va más allá del orden en que llegaste. Lo más importante es recordar que cada niño es único y maravilloso a su manera, ¡y hasta esos pequeños mimados tienen sus cualidades redentoras!