¿Que es la motivación intrínseca y extrínseca?
Hay dos tipos de motivación que impulsan la acción humana: la intrínseca y la extrínseca. La autosatisfacción es un ejemplo del tipo de motivación intrínseca que procede del interior. En cambio, la motivación extrínseca depende de estímulos del exterior, como incentivos o castigos. Para mejorar y alcanzar los objetivos en la vida, es esencial reconocer la distinción entre motivación intrínseca y extrínseca.
Motivación intrínseca
Este impulso interno es lo que llamamos «motivación intrínseca«, y se manifiesta como un sentimiento de orgullo y placer al completar una tarea sin ningún estímulo externo. La motivación intrínseca, por ejemplo, es el tipo de motivación que experimenta un corredor cuando por fin cruza la línea de meta de una larga maratón. Del mismo modo, la satisfacción y la autoestima que produce el dominio de una nueva habilidad son ejemplos de motivación intrínseca.
Una de las principales ventajas de la motivación intrínseca es que puede mantenerse a lo largo del tiempo. La capacidad de perseverar a través de los retos de un esfuerzo aumenta cuando se siente motivación intrínseca. Además, cuando las personas están motivadas para realizar algo por el bien de la felicidad personal en contraposición a los beneficios externos, es más probable que propongan soluciones novedosas e interesantes a los problemas.
Centrarse en los pasos dados más que en el producto final puede ayudar a fomentar la propia motivación de las personas. En lugar de intentar reducir peso, puede fijarse como objetivo hacer ejercicio con frecuencia y encontrar algo que le guste al respecto. La autodeterminación y la libertad de tomar tus propias decisiones también son cruciales. Cuando eres el capitán de tu propio barco, es más probable que encuentres motivación intrínseca. Además, es recomendable que busques esfuerzos y responsabilidades que estén en armonía con tus valores e intereses, ya que así aumentarán las probabilidades de que los lleves a cabo.
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Motivación extrínseca
La motivación extrínseca es el impulso que tiene su origen en incentivos o castigos del mundo exterior. Por ejemplo, recibir una buena nota en un examen como estudiante es motivación extrínseca, ya que la nota es una recompensa externa. Otro ejemplo de incentivo extrínseco es cuando recibes una bonificación de tu jefe por superar un objetivo de ventas.
La motivación extrínseca tiene la ventaja de ser una herramienta para alcanzar determinados objetivos. Establecer una recompensa para ti mismo cuando alcanzas un determinado objetivo de pérdida de peso, por ejemplo, puede ser una forma estupenda de mantenerte motivado si estás intentando perder peso. La motivación extrínseca también puede utilizarse para dar energía a aquellos que carecen de deseo intrínseco por un determinado esfuerzo.
Sin embargo, la motivación extrínseca tiene algunos aspectos negativos. Su potencial para reducir el impulso intrínseco es una de sus principales desventajas. Por ejemplo, si sólo hace ejercicio porque va a recibir una recompensa, puede dejar de hacerlo en cuanto la recompensa caduque. El impulso extrínseco también puede dar lugar a un énfasis en el resultado más que en el proceso, lo que puede reducir la creatividad y la innovación.
Es crucial asegurarse de que las recompensas o los castigos son adecuados para el trabajo a fin de aplicar correctamente la motivación extrínseca. Un pequeño incentivo como un caramelo, por ejemplo, puede no ser suficiente para instar a un niño a limpiar su habitación. También es crucial asegurarse de que los incentivos o castigos no sean demasiado lejanos en el tiempo, ya que de lo contrario podrían resultar desmotivadores. Por último, es fundamental combinar la motivación interna con la extrínseca. Puede emplear la motivación extrínseca para lograr objetivos concretos y, al mismo tiempo, fomentar la motivación intrínseca concentrándose en el proceso y localizando actividades que sean coherentes con sus valores e intereses personales.
El equilibrio entre motivación intrínseca y extrínseca
Lograr un equilibrio entre la motivación intrínseca y la extrínseca es crucial para el crecimiento personal y el éxito en la vida. Para lograr un equilibrio, céntrate en el proceso, date autonomía y encuentra actividades que se alineen con tus valores e intereses personales. Un desequilibrio puede llevar a una disminución de la creatividad y la innovación. Para pasar de la motivación extrínseca a la intrínseca, céntrate en el proceso, date autonomía y encuentra actividades que se alineen con tus valores e intereses personales.
Conclusión
Entender la diferencia entre motivación intrínseca y extrínseca es crucial para el crecimiento personal y el éxito en la vida. La motivación intrínseca es autosuficiente y conduce a una mayor creatividad e innovación, mientras que la motivación extrínseca puede utilizarse para alcanzar objetivos específicos. Para lograr un equilibrio entre ambas y pasar de la motivación extrínseca a la intrínseca, hay que centrarse en el proceso, darse autonomía y encontrar actividades que estén en consonancia con los valores e intereses personales. Recuerde que ambos tipos de motivación desempeñan un papel importante en la consecución de objetivos, y es importante comprenderlos y utilizarlos eficazmente.