Qué hacer cuando sus pensamientos negativos amenazan con salirse de control
Tal vez sea tarde en la noche y estés despierto con tus pensamientos arremolinados. O podría ser mediodía cuando estás rodeado por el ajetreo y el bullicio ordinarios. El “cuándo” y el “dónde” realmente no importan. Los pensamientos negativos pueden surgir y descarrilar tu mente en cualquier momento.
Las inseguridades, las autocríticas, las ansiedades y los sentimientos depresivos pueden golpearlo de la nada. De repente, estás atrapado en un huracán de pensamientos que solo te hacen sentir mal y fuera de control. Puede dar miedo, pero no se asuste. Haga un esfuerzo consciente con estas estrategias y podrá recuperar su mente.
Cómo lidiar con tus pensamientos negativos

1. Decide qué cambiar
Su primer paso es descubrir qué desencadena su torbellino de pensamientos. Es normal tener algunos pensamientos o emociones negativas en tu mente. Presta atención a lo que surge con más frecuencia. Estos son los que debe abordar.
¿Te encuentras atrapado en un bucle, obsesionado con un problema en el trabajo o en casa? ¿Te persigues constantemente por pequeños errores? Podría ser que siempre encuentres el lado negativo de las cosas. Una vez que descubras qué pensamientos están causando tu angustia, puedes enfocarlos.
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2. Concéntrese en los aspectos positivos
Concentrarse en las cosas buenas no significa que ignore las cosas malas. No todo puede ser siempre conejitos esponjosos y arcoíris dobles. Esto simplemente significa que replanteas cómo miras las cosas. Hay una ventaja en casi todas las situaciones: encuéntrela.
Por ejemplo, puede perder el equilibrio y sufrir algunos rasguños al tomar una curva demasiado cerrada en su bicicleta. Sí, estás herido, pero llevabas puesto el casco. Por lo tanto, sé feliz y elógiate por recordar siempre tu equipo de seguridad. Centrarse en un buen punto no cambiará el resultado, pero puede cambiar su actitud.
3. Quédate en el presente
El dicho «es agua bajo el puente” existe por una razón. No puedes recuperar o alterar lo que ya pasó. No se deje atrapar repensando o reproduciendo formas en que las cosas podrían haber sido diferentes. Puedes quedar atrapado allí.
En su lugar, preste atención a lo que está pasando en el presente. Cuando sientas que te deslizas hacia el pasado, detente por un segundo. Concéntrese en su entorno: sienta su silla, concéntrese en los sonidos. Pregúntate qué puedes hacer en este momento para cambiar lo que estás pensando.
4. Escríbalo
No tienes que ser JK Rowling o Stephen King para poner palabras efectivas en el papel. A muchas personas les resulta útil escribir sus sentimientos y emociones. Cuando los pensamientos negativos se transfieren al papel, de repente son mucho menos poderosos. Escribiéndolas, puedes confrontar tus emociones indirectamente y recuperar el control.
Lleve un diario: escribir 15 minutos al día puede ser una buena manera de procesar sus pensamientos. Si es difícil escribir sobre ti mismo, considera escribirlo todo como una historia. Eso podría ser más fácil y todavía estás expresando y procesando emociones frustrantes.
5. Presione el botón de pausa
Cuando estás estresado o ansioso, puedes encontrarte en una montaña rusa mental. Es posible que no se sienta mareado, pero su mente puede salirse con usted, dejándolo sintiéndose un poco indefenso y agotado. Afortunadamente, puedes detenerlo en seco simplemente diciéndote a ti mismo “¡Alto!”.
Si siente que está en espiral, haga una pausa, respire profundamente y siéntese quieto durante unos minutos. Tomarse un descanso le da a su mente tiempo para reiniciarse. Las sustancias químicas de su cerebro vuelven a los niveles normales y podrá pensar con mayor claridad.
6. Pasar el rato en tu propio mundo
El mundo puede ser duro: ruidos fuertes, autos rápidos y lugares llenos de gente. Puede ser abrumador y enviar su cerebro a un tornado de problemas. Cuando esto pasa, date permiso para alejarte. Está bien retirarse a un lugar seguro y feliz por un tiempo.
Dé un paseo por la naturaleza o busque un banco aislado donde pueda ponerse los auriculares y escuchar música. Relájate en tu sofá con una taza de café o té y un buen libro. Haz lo que te haga sentir relajado. Le ayudará a recuperar su equilibrio y control internos.
7. Consulte a un terapeuta o profesional médico
Si estas estrategias no funcionan lo suficientemente bien para usted, no se preocupe. Simplemente significa que es posible que deba hablar con un profesional. Considera ver a un terapeuta. Están capacitados para identificar por qué tienes pensamientos negativos y pueden ayudarte a lidiar con esas causas.
Los terapeutas también pueden recomendar ver a un médico o psiquiatra si creen que incluir medicamentos mejoraría los resultados del tratamiento. Un profesional médico puede prescribir algún tipo de tratamiento de la ansiedad, terapia cognitiva conductual u otros métodos para ayudar a aliviar la ansiedad y los pensamientos negativos.
8. Distráigase
La Redirección funciona con niños pequeños y también puede funcionar para usted. Cada vez que sientas que esos pensamientos negativos comienzan a aparecer, gira tu cerebro hacia otra cosa.
Sal a correr u hornea galletas desde cero. Si está atrapado en un lugar del que no puede escapar (tal vez un atasco de tráfico), juegue un juego como «Veo, veo». Dale a tu mente algo más en lo que concentrarse hasta que pase la necesidad de enfocarse en las cosas malas.
Todo el mundo es víctima de pensamientos negativos de vez en cuando. Es una parte normal de la vida, pero no tiene que ser constante. Cada vez que sientas que tu mente quiere perder el control, prueba estas estrategias. Te ayudarán a volver al camino positivo.